En los países normales, la gente en la mesita de noche tiene cosas normales: un tubo de Emoal, para dejar de sufrir las almorranas en silencio; un despertador; una Virgen; una fotografía; una lámpara o, incluso, los calcetines sucios. Pero los países que no son normales, donde la lista de anormalidades es infinita, la gente puede poner cosas más perversas en la mesita de noche como, por ejemplo, una figura de Francisco Franco.