Durante los últimos días hemos asistido a una sucesión de puñaladas traperas en la política murciana o madrileña que ponen de manifiesto, una vez más, que la auténtica obsesión de nuestros gobernantes es el poder y no sus convicciones ideológicas.
La exdirigente conservadora supera los 38 años de permanencia ininterrumpida en las instituciones con sueldo a cargo del erario, un historial que supera al de cualquier otro político aragonés, que apenas nadie iguala en el Estado y que pone en entredicho los niveles de renovación de la cosa pública. Luisa Fernanda Rudi (PP) acaba de dejar desfasada la expresión “los de siempre” en el contexto de la política aragonesa: sus recién cumplidos 38 años en cargos públicos de dedicación exclusiva