Habremos de establecer una máxima para el tiempo que Pablo Casado se mantenga en el cargo de presidente del PP: cuanto más desaforadamente grita e invoca los más altos valores éticos y legales, mayor ha sido la pifia que intenta encubrir.
"No necesitamos un intermediario entre un prófugo de la democracia llamado Pedro Sánchez (presidente de Gobierno) y un prófugo de la justicia llamado Puigdemont (líder de Junts)", ha reprochado el alcalde.