Hoy tienes que bailar conmigo

En noches perpetuas de blancos colmillos

danzaron los sueños de tu juventud

boleros de llanto, mazurcas de miedo

al ritmo mellado de un cielo voraz.

Olvida conmigo aquel tiempo marchito

enlaza mi mano y siente este vals.

Quizás las palabras no tengan sentido

quizás el crujido del viejo temor

crepite en tus ojos, tus brazos, tu vientre

atando al silencio la luz de tus pies.

Bailemos ahora y muramos después.

Un vals de promesas que a nadie le importan,

un vals de almanaques sin tierra y sin voz,

el vals de las años perdidos en guerras

sin paz, sin victoria, sin patria y sin dios.

Bailemos heridos de púrpuras sombras

en círculos locos, elipses de amor,

bailemos el vals de los viejos salones

sepulcros vacíos, pirámides huecas

llorando los huesos de su faraón.

Bailemos por todo lo que se perdió.

Y si hay todavía eternos retornos,

albures perpetuos o bucles sin fin

traeremos a lomos de este melodía

los años cautivos en Siempre Jamás

que ya sólo esperan para rebelarse

el son de tus pasos bailando este vals.