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Actos tan cotidianos y tan automáticos como ver una película en una plataforma, leer un periódico digital, escribir un whatsapp o enviar un correo electrónico parecen eso, automáticos, sencillos y casi mágicos. Sin embargo, el recorrido que realiza esa información es algo más compleja y requiere de una infraestructura potente y estratégica, como son los Centro de Procesamiento de Datos (CPDs), una de las infraestructuras claves para el alojamiento, gestión, procesamiento y recuperación de datos, por las que, por ejemplo, se transmite un correo electrónico que cualquier ciudadano quiera enviar a otro país.
Según la Consejería de Digitalización de la Comunidad de Madrid, la región representa el 80% de la potencia instalada de CPDs, con cerca de 30 centros operativos y 164 MW instalados, lo que supone que al cien por cien de su rendimiento, esa potencia equivale al consumo de 413.000 hogares. Y no sólo eso, sino que, además, concentra más del 80% de la futura oferta esperada del país, con un crecimiento previsto muy por encima de los líderes europeos: Frankfurt, Londres, Ámsterdam, París o Dublín. Como refleja el último informe de la patronal de CPDs, Spain DC, este sector supondrá 16.320 millonesde euros inversión directa e indirecta para la economía de la región.
Por ello, la Comunidad de Madrid está apostando por proyectos disruptivos que necesitan cada vez más potencia energética, como en el caso de las Inteligencias Artificiales, para seguir ofreciendo los mejores servicios públicos a sus ciudadanos, pero también para seguir siendo atractiva para las multinacionales, de manera que ofrezca confianza a las startups y atraiga la inversión.
También hay que tener en cuenta que, además de energía, los CPDs requieren de espacio, una necesidad que Madrid soluciona, según subrayan desde la Consejería de Digitalización, de manera incomparable. Puesto que estos centros conforman una especie de pequeñas ciudades, que están preparadas para almacenar cantidades de información que suman unidades de medida ingentes. Por ejemplo, un centro de datos de tamaño medio tendría capacidad para guardar decenas de petabytes, y sólo 50 petabytes permitiría almacenar el equivalente a todos los documentos escritos de la humanidad hasta 2010, por lo que las posibilidades de un CPD de un tamaño mayor, con más de 1.000 petabytes, son ya descomunales.
Y hay más: los CPDs que están en continuo funcionamiento y, por tanto, necesitan sistemas de climatización y refrigeración óptimo, son al mismo tiempo importantes fuentes generadoras de calor. Según la información que maneja la Oficina de Impulso a los Centros de Procesamiento de Datos de la Comunidad de Madrid, ya se está empezando a estudiar proyectos encaminados a reutilizar esa energía para calentar hospitales e incluso comunidades de vecinos, por lo que la inversión en esta infraestructura augura futuro.