El objetivo es hacer uso de esta tecnología para compensar la pérdida grave de la visión o las enfermedades degenerativas de la retina, mejorando así la calidad de vida de las personas con discapacidad visual o incluso ciegas. Hoy día, afirman sus responsables, 285 millones de personas en todo el mundo tienen discapacidad visual, y 39 millones sufren ceguera total.