El domingo, un informe del South China Morning Post reveló una importante pérdida financiera sufrida por la oficina de Hong Kong de una multinacional, que ascendía a 200 millones de dólares de Hong Kong (25,6 millones de dólares estadounidenses), debido a una sofisticada estafa con tecnología deepfake. En la estafa aparecía una versión recreada digitalmente del director financiero de la empresa y su voz, junto con otros empleados, que aparecían en una videoconferencia dando instrucciones a un empleado para que transfiriera fondos.