La "Yerka", un prototipo diseñado por tres jóvenes chilenos que estudian ingeniería, es la versión más reciente de una tendencia reciente de bicicletas que se pueden bloquear recurriendo a algunas de sus propias piezas. El tubo inferior del cuadro se desarma para formar dos brazos que se conectan con la tija del sillín y forman una especie de candado que permite bloquear la bicicleta y atarla a alguna estructura fija, por lo que los ladrones tendrían que destruir la bicicleta para robarla, dejándola inservible.