Es posible que alguna vez te hayas planteado dejarlo. Sí, sí. Tras tomarte el onanismo como una rutina, tratas de desengancharte. Esto es algo menos habitual que tocar la zambomba, pero hasta en la mítica serie Seinfeld fue el tema central de un capítulo: después de que uno de los protagonistas fuera cazado por su madre en pleno acto de autocomplacencia, los personajes de la serie compiten entre sí. El que más tiempo aguante sin masturbarse, gana 100 dólares. Todo un reto para el ‘homo pajillerus’.

Se trata de un "manos libres" que posee un "tubo para masajes" que se menea atrás y adelante, el cual puede ajustarse según el grosor del pene del usuario. Una monería que además tiene la opción de regular la intensidad de la paja, y hasta la temperatura. Pero si todo esto fuese poco, cuenta con una pantalla donde se podrá mostrar vídeos e imágenes para conseguir el final feliz deseado.

No es de extrañar viniendo de un pueblo en el que para usar el inodoro hay que hacer un máster o ver cinco tutoriales en YouTube.

Desde que los móviles se conectan a Internet es habitual que algunos los utilicen para buscar estímulos visuales durante sus sesiones onanistas. Es decir, muchos se hace pajas con sus teléfonos. Pero Fap Fapp no está pensada para aliviarte, sino para ayudarte a practicar tu técnica.

En países asiáticos como China, el porno es ilegal desde hace décadas y actualmente emplean bots propulsados por la Inteligencia Artificial (IA) que detectan y marcan las imágenes que consideren indecentes. También emplean personas: "evaluadores de porno" o jian huang shi, que detectan todo aquello que la IA pasa por alto. Sin embargo, el material acaba filtrándose y por ello han diseñado un casco que ayudará a conseguir la censura absoluta del porno.