El sector de la televisión vive en un estado de revolución permanente desde hace diez años que parece no tener fin. Desde que a mediados de la década pasada llegaron los primeros modelos en alta definición, hemos contemplado la aparición de aparatos con pantallas 3D, con tecnología LCD, LED y OLED, de diseños extrafinos y de los smart TVs. Los avances se suceden a una velocidad de vértigo y el último fenómeno en llegar es el de las televisiones 4K.