Anne Mirak tiene un trabajo que es fundamental para todos: levantar el sol por las mañanas y acostarlo por las noches. Es el objetivo del videojuego El Sol, uno de los cuatro que presentó la comunidad de videojuegos de Bahía Blanca ante la convocatoria de GameJolt para desarrollar juegos en honor al escritor uruguayo Eduardo Galeano, recientemente fallecido. Personas de todas las edades y de cualquier parte del mundo pueden participar de esta convocatoria para crear videojuegos en español y relacionados con la obra de Galeano.

El periodista Eduardo Inda está ultimando el lanzamiento de OKDiario (www.okdiario.com), un portal informativo destinado a competir con El Español de Pedro J. Ramírez y El Confidencial.

La nave Orión volvió a la Tierra tras un viaje espacial de más de tres semanas en el que rozó la Luna. Pendiente de lps 2,2 millones de kilómetros recorridos por la nave ha estado Eduardo García Llama, un físico español que trabaja como jefe de guiado y control de Orión.

El hasta hace unos días director adjunto del diario satírico El Mundo ha entrado a formar parte del plantel de trolls de Menéame.net según han confirmado a este medio distintos pajaritos. De esta forma el reputado e imparcial periodista pasa a engordar las filas de las numerosas hordas de trolls que campan a sus anchas por la red social más naranja del país. El becario picacódigo inmigrante de la citada web, Ricardo Galli, se ha mostrado muy satisfecho con la noticia y ha declarado que " Podemos apesta!" y que le " gustan las ensaimadas".

Titania Compañía Editorial ha puesto en venta El Confidencial, sin que, de momento, haya un comprador interesado. La editora del digital valora la compañía en cerca de 60 millones de euros.José Antonio Sánchez, editor y consejero delegado del digital, considera que ahora es el momento óptimo para vender, ya que después de verano llegará El Español de Pedro J. Ramírez, un proyecto multimillonario, con una redacción de reputados profesionales, que, presumiblemente, podría perjudicar a El Confidencial. Por si fuera poco, también se espera en lo

La inmensa mayoría de la gente cree que el progreso tecnológico destruye empleo. Esto es así porque es fácil percibir en determinados sectores económicos que la instalación de máquinas o robots supone automáticamente el despido de muchos trabajadores. Ya en el siglo XVIII los artesanos luditas comenzaron a destruir telares industriales por considerarlos culpables de su pérdida de trabajo. Y la amenaza no ha terminado.