La aplicación consiste en un juego de pantallas, según cuenta su diseñador a El Huffington Post. "Cada una de las pantallas es un paraíso fiscal (Andorra, Malta, Liechtenstein, Islas Caimán e Irlanda) en el que aparecen implicados en la trama dando vueltas", detalla, y pone de ejemplo a Jordi Pujol, a su hijo Jordi Pujol Ferrusola y al abogado de la familia, Cristóbal Martell. El objetivo es "meterlos en prisión" -una jaula- y así evitar el robo de una cantidad de dinero.

La aplicación existe desde esta mañana y está disponible para Android en Google Play. Desconocemos si el desarrollador irá añadiendo paraísos fiscales a medida que avancen las investigaciones. Tampoco sabemos si Marta Ferrusola aparece en la pantalla final mientras suena Els Segadors con letra “això és una dona”.

Jordi Pujol y su familia, así como otros políticos como Mariano Rajoy, Pablo Iglesias o Esperanza Aguirre, figuran entre los protagonistas políticos de las últimas aplicaciones de videojuegos en móviles en los que los usuarios pueden incluso llevarles a prisión.

Oleguer Pujol y su socio en Madrid, Luis Iglesias, poseían un 'botón del pánico' en su teléfono móvil que les permitía borrar de manera remota y automática los archivos de los ordenadores de sus empresas. Un servicio que Pujol y su socio habrían contratado con la empresa que les daba soporte informático, y cuya sede en Madrid también ha sido registrada.

Un vehículo de Google Street View, que incorpora una cámara para ofrecer imágenes panorámicas a su sistema GPS, ha fotografiado la calle de Oleguer Pujol el día de su detención y cuando más de 70 periodistas se apostaban a la puerta para cubrir el registro de su vivienda.

El Banco de España ha acordado intervenir el Banco de Madrid, en la que los Pujol ocultaban su fortuna, propiedad cien por cien de la Banca Privada de Andorra (BPA), a su vez intervenida este martes por el Instituto Nacional Andorrano de Finanzas. El departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció este martes su decisión de considerar a la entidad andorrana Banca Privada de Andorra como una institución financiera extranjera sometida a preocupación de primer orden en materia de blanqueo de capitales.