Resumiendo: para cumplir con los objetivos de la lucha contra el cambio climático, necesitamos dejar los combustibles fósiles y pasarnos a las renovables. Es decir, tenemos que ser capaces de llenar el mundo de paneles solares y plantar turbinas eólicas en los huecos que queden libres. Esto es bien conocido. Lo que no es tan conocido es que, necesitaremos multiplicar por 12 veces las producciones de metales raros como el neodimio, el terbio, el indio, el disprosio o praseodimio para 2050. Doce veces. Aquí es donde empiezan los problemas.