edición general
  1. "Qué bonito era cuando le vendías el quinto piso para reformar y sin ascensor al morito y con el dinero ibas a comprar un piso en una promoción de nueva construcción.
    Qué bonito era cuando le ofrecías trabajo en negro al machupichu y le pagabas al mes la mitad de lo que marcaba el convenio, con la promesa de que algún día le arreglarías los papeles.
    Qué bonito era cuando siempre había un inmigrante dispuesto a realizar los trabajos que los españoles rechazaban o repudiaban.
    Qué bonita era aquella España, ¿verdad?
    Ahora ni siquiera tú, españolito racista, puedes comprar ese quinto para reformar y sin ascensor, porque la banca rescatada con 60.000 millones de dinero público no te concede una hipoteca.
    Ahora eres tú el que trabaja en negro y cobras la mitad de lo que marca el convenio, si es que en tu puesto de trabajo todavía existe convenio laboral.

    Ahora eres tú el que cubre esos puestos de trabajo que antes repudiabas, porque te han hecho creer que no puedes aspirar a nada más, que no hay futuro y que te debes conformar si quieres llevar un plato de lentejas a la mesa.
  1. @Joya Las élites económicas han logrado su objetivo: asentar la precariedad, que la asumas, y que además creas que el inmigrante viene robar tus migajas. Piénsalo. Te han convertido en el pobre que teme al pobre, fomentando la aporofobia con un populismo de extrema derecha atroz y aplastante. Ahora, españolito racista y aporofóbico, el inmigrante eres tú.

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