@Wayfarer@lamonjamellada Aprovechando que estamos en el día de difuntos.
Un familiar muy muy querido por mi tenia una facilidad pasmosa para soltar cuescos escandalosos, tanto por el estampido sonido como por la duración de los mismos. Los largos sonaban como una sabana al desgarrase de punta a punta.
Ya mayor y por el tabaco, le daban fuertes ataques de tos y claro, os podéis imaginar:
el hombre ahogándose por las toses y los chorros de pedos escapando incontenibles por la presión.
Yo lo veía padecer, pero no podía aguantarme y se me escapaban las risas.
Los cuescos tapaban las toses, tal era su poder.
Unos conciertos memorables.
Luego me sentia muy mal por reírme, aunque procuraba que nunca me viese.
Hay cosas peores, como la combinación de catarro con diarrea, donde cada estornudo es una lotería...
P.S. Y además creo recordar que es un logro en el Plague Inc.