En la Universidad hay malos profesores, desde luego, pero eso no quita que muchos alumnos lleguen mal acostumbrados del intituto. En secundaria buena parte del temario se repite año tras año y todo se machaca hasta el infinito. La clase siempre va a ritmo del más lento porque todos tienen que entenderlo todo en clase; si no, no se sigue adelante.
Recuerdo la primera semana de clase en la universidad que una compañera hizo una pregunta al profesor de algo que no había entendido. El profesor lo volvió a explicar de otra forma y puso un par de ejemplos para clarificar. La chica le dijo que aun así no le había quedado claro, a lo que él contestó que no se preocupara, que lo mirara con detenimiento en casa y, si tenía más dudas, se podía pasar un día por su despacho en horario de tutorías o bien quedarse unos minutos al acabar la clase. La chica estaba indignada. Yo me quedé sorprendida (para bien) con que el profesor no parara la clase y siguiera adelante con el temario a pesar de que una alumna no entendía las cosas; en el instituto habría sido impensable.
@zurditorium
Justo lo que explico aquí: @maria1988
A mí lo de que el alumno estudie en casa y luego pregunte las dudas en tutorías me parece una herramienta fantástica: evita que la clase se pare constantemente porque una persona no entiende algo, fomenta la autonomía del alumno, que debe estudiar por su cuenta y además permite que, si no entiendes algo, tengas al profesor disponible para explicártelo a ti solo.
Entiendo que en niveles educativos más bajos los alumnos no tienen la madurez suficiente para que el sistema funcione igual, pero, ¿en la universidad? Ahí solo pueden estar en contra los vagos a los que no les da la gana de estudiar. @solotexto@Kaphax@GPR0@Abeel@nilien
En la Universidad hay malos profesores, desde luego, pero eso no quita que muchos alumnos lleguen mal acostumbrados del intituto. En secundaria buena parte del temario se repite año tras año y todo se machaca hasta el infinito. La clase siempre va a ritmo del más lento porque todos tienen que entenderlo todo en clase; si no, no se sigue adelante.
Recuerdo la primera semana de clase en la universidad que una compañera hizo una pregunta al profesor de algo que no había entendido. El profesor lo volvió a explicar de otra forma y puso un par de ejemplos para clarificar. La chica le dijo que aun así no le había quedado claro, a lo que él contestó que no se preocupara, que lo mirara con detenimiento en casa y, si tenía más dudas, se podía pasar un día por su despacho en horario de tutorías o bien quedarse unos minutos al acabar la clase. La chica estaba indignada. Yo me quedé sorprendida (para bien) con que el profesor no parara la clase y siguiera adelante con el temario a pesar de que una alumna no entendía las cosas; en el instituto habría sido impensable.
@Kaphax @GPR0 @Abeel @nilien @Abeel @nilien