Cómo promover el incremento de alquiler de viviendas de uso habitual con rentas más bajas

Yo si fuese un gobernante de un país y decidiese fomentar el alquiler barato de viviendas de uso habitual y hacerlo más accesible a personas con bajos recursos, no seguiría el ejemplo de la "ley de vivienda" aprobada recientemente. Sin embargo, haría lo siguiente.

1 ) Creación de un registro público de inquilinos que se caracterizan por su buen comportamiento y no causen destrozos, además de que no hayan okupado viviendas anteriormente, y que puedan acceder a viviendas de alquiler, sean propiedad del estado o de propietarios particulares que han llegado a un acuerdo con el estado. En caso que los inquilinos causen destrozos en las viviendas que han alquilado y no se hagan cargo de las reparaciones, quedarían expulsados de dicho registro público de inquilinos.

2) Combatir la morosidad de algunos inquilinos jetas que cuando puedan pagar la renta de alquiler no lo hacen. Que el estado ayude a los inquilinos que atraviesen por dificultades económicas, aportando parte de la renta de alquiler o en caso que no sea posible, ayudar a los propietarios a sufragar las pérdidas, otorgando beneficios fiscales.

2) Creación de un registro público de propietarios/arrendadores dispuestos a alquilar viviendas de uso habitual con una renta de alquiler más económica para los inquilinos con pocos recursos económicos. El estado podría conceder a los arrendadores beneficios fiscales por ello como deducciones

3) Reducir a 1 año el periodo máximo de los contratos de alquiler de vivienda de uso habitual y hacer que este sea prorrogable si el inquilino decida quedarse siempre y cuando haya pagado puntualmente la renta de alquiler y no haya causado daños en la vivienda.

4) Establecer una fianza de 2 meses de la renta de alquiler para vivienda de uso habitual como en el caso de la alquiler de vivienda de temporada o los locales comerciales y desahucio si el inquilino no ha pagado durante 4 meses de alquiler en un periodo de 1 año.

5) Si el estado asegura ciertas garantías como las que he propuesto a los arrendadores, se reduciría drásticamente la petición de avales bancarios por cifras desorbitadas a los inquilinos o la contratación de seguros de impago de alquiler o la garantía de un registro público de inquilinos que permita comprobar su buen comportamiento dentro de la vivienda como el pago puntual de la renta de alquiler. reduciría drasticamente esas peticiones por parte de los arrendadores a los inquilinos, en muchos casos, inasumibles por algunos inquilinos que viven en un limbo de precariedad laboral.

6) Reducir el periodo máximo que puede estar un inquilino sin pagar y la dilación en un proceso judicial por desahucio, por ahí se dice que un inquilino podría estar 2 años sin pagar con la nueva "Ley de Vivienda". Eso es otro de los miedos de los arrendadores, encontrarse en una situación de inseguridad jurídica que se puede prolongar 2 años, mientras tanto, tienen que pagar IBI, gastos de agua, basura, alcantarillado, comunidad, derramas, pólizas de seguro, etc.

7) Fomentar el alquiler de viviendas de uso habitual en zonas rurales y mejorar el servicio de transporte público, el principal hándicap por el que muchos no quieren residir en casas de campo es la falta de lineas de autobuses y la dependencia de los vehículos propios para desplazarse a la ciudad por fines académicos y/o laborales.

Creo sinceramente que si un gobierno hiciese eso, el modelo de alquiler de viviendas de uso habitual dispondría de un mayor número de viviendas en alquiler disponibles para personas que, por su situación de precariedad ye tienen serias dificultades para encontrar una vivienda; porque el arrendador no quiere romperse la cabeza con una situación hipotética de impago reiterado. ¿Cuántas veces me he encontrado a personas honestas dispuestas a ser inquilinas que por tener un contrato de trabajo laboral temporal , no tener un trabajo estable como el ser funcionarios públicos o no disponer de un aval bancario de varios meses equivalente a la renta de alquiler les han dado con una puerta en las narices y les han dicho que no.