El día de San Crispín

-De soldados, ellos tienen por lo menos sesenta mil.

 -Eso es cinco a uno. Además, están todos frescos.

-Es una proporción terrible.

-¡Oh, si ahora tuviésemos aquí tan sólo diez mil hombres de los que están en Inglaterra que no trabajarán!

-¿Quién es el que tal desea? ¿Mi primo Westmoreland? ¡No, mi buen primo! ¡Si estamos señalados para morir, somos suficientes para pérdida de nuestro país!

¡Y si vivimos, cuantos menos sean los hombres, más grande será el honor! ¡Por Dios os ruego que no deseéis ni un hombre más! Más bien proclamadlo, Westmoreland, a través de mi ejército: Aquél que no tenga estómago para esa batalla, dejadlo marchar. ¡Se le hará pasaporte y se le pondrá en la bolsa una corona para el viaje! Nos no moriremos en compañía de un hombre que tema que su hermandad muera con nosotros.

¡Este día es el llamado de la fiesta de San Crispín! ¡Aquél que sobreviva a este día y vuelva sano a casa, se alzará sobre las puntas de los pies a la mención de la fecha y se crecerá al nombre de Crispín! ¡Aquél que vea este día y llegue a viejo, cada año, de víspera, festejará a sus vecinos y dirá: "Mañana es San Crispín"! Entonces, levantará la manga, mostrará sus cicatrices y dirá: "Estas heridas las recibí el día de San Crispín."

¡Los ancianos olvidan! ¡Todo se olvidará, pero él recordará engrandeciéndolas qué proezas realizó aquel día! ¡Nuestros nombres les serán tan familiares como los de sus parientes!

Harry, el Rey. ¡Bedford y Exeter, Warwick y Talbot, Salisbury y Gloucester, serán, en sus rebosantes copas fielmente recordados!

¡Esta historia contará el buen hombre a su hijo, y Crispín Crispiniano nunca pasará, desde este día hasta el final del mundo, sino que, nos, en él seremos recordados!

Nos, pocos, nos, felices pocos, nos, banda de hermanos; porque aquél que hoy vierta su sangre conmigo, será mi hermano, pues por muy vil que sea, este día ennoblece su condición, y los caballeros ahora en sus lechos de Inglaterra se considerarán malditos por no estar aquí y tendrán su hombría en baja estima cuando oigan hablar a aquél que haya luchado con nos… ¡El día de San Crispín! 

W. Shakespeare