edición general
9 meneos
cerrado
35 clics

Ian Fleming, al servicio de Su Majestad

Ningún libro deja tanta huella como los que disfrutamos en la cama durante una gripe, y puede que el éxito del fenómeno James Bond se deba precisamente a una convalecencia. Ocurrió en 1954 y el ilustre enfermo era John Fitzgerald Kennedy, por entonces senador por Massachusetts. Fue su amiga Oatsie Leiter, una socialité sureña, quien le envió una copia de Casino Royale, una novela de espías de un autor inglés poco conocido en EEUU, para que se entretuviera. Le gustó tanto que no tardó en contestar: “Si consigues otra como esta, házmela llegar”.

| etiquetas: ian , fleming

menéame