Los continuos llamamientos de los sanitarios por la escasez de material en hospitales para hacer frente a la pandemia, unido a la total dependencia de terceros países, especialmente los asiáticos, para el abastecimiento europeo de mascarillas quirúrgicas, han llevado a la compañía portuguesa de ingeniería APINEQ a diseñar una maquinaria específica para resolver esta gran necesidad. España se ha convertido en uno de los primeros países de Europa en adquirirla.
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