Tras leer el artículo de @dseijo, administrador y copropietario, y los comentarios al artículo, me quedo con varias impresiones que quiero compartir con vosotros.
En primer lugar, el administrador no ha encontrado, ni de lejos, la manera de rentabilizar el tráfico, razón por la que ha dejado de preocuparse en fomentarlo. Desde 2009, que me doy de alta, hasta hoy, he observado una caída vertiginosa en el número de noticias enviadas, en el karma necesario para subir una noticia a portada, y en el número de clicks que tienen las noticias. Es brutal.
Sin embargo, no ha disminuido el número medio de comentarios, lo que me lleva a pensar que una masa constante, o incluso creciente, de usuarios movilizados con determinadas causas permanecen en el sitio. Esto se parece mucho a esas coaliciones formadas por catorce partidos en las que cada cual va a lo suyo, suman votos como buenamente pueden, y se matan entre ellos cuando sale un tema que no venía en el guión, porque en el fondo no comparten casi nada.
La principal ventaja competitiva de Menéame, que era utilizarlo de medio para repasar las noticias y curiosidades de distintos temas, y a nivel mundial, ha desaparecido. Puede que se deba al boicot AEDE, o como se llame, pero ahora ya no te basta con entrar en Menéame para enterarte de TODO, como antes sucedía. Ahora, para tener una abanico plural de opiniones, tienes que leer un abanico plural de medios, sin contar ya con Menéame como índice de pluralidad. Mientras no se resuelva ese problema, que va contra la raíz más profunda del sitio, no se conseguirá otra cosa que saltar un precipicio de dos saltos.
Cada producto, de cualquier tipo, tiene un nicho de mercado que cubrir. El que dio prestigio a Menéame fue su capacidad de reunir informaciones de todo signo y todo tema, porque esa es la finalidad de un agregador de noticias. Cualquier producto que pierde su finalidad se convierte en una chuchería, una curiosidad o un objeto arqueológico. A día de hoy, este sitio es una fábrica de hielo, una galocha: un carburador.
En segundo lugar, la reducción del número de usuarios generales ha dado más importancia a los usuarios movilizados, desvirtuando aún más, si cabe, la heterogeneidad del producto. A los interesados puede parecerles estupendo, pero a @dseijo debería preocuparle, si quiere ganar un euro, la sobrerrepresentación de algunos grupos y las maniobras de otros para expulsar a más usuarios.
Si yo tuviese un bar y un grupo de clientes se pasara el día intentando echar a cualquiera que entra por la puerta, yo no estaría contento.
Las mejoras que se implementen, los esfuerzos que se hagan y las estrategias que se intenten están condenadas al fracaso si no se resuelven esos dos problemas básicos: recuperar la finalidad del producto y hacerlo atractivo y amable para el usuario nuevo. Los antiguos, nos cansamos, nos morimos y no hacemos click en la publicidad ni a punta de pistola.
Así que, amigo administrador, si no quieres tener un corral de vaquillas viejas y toreadas, ¡espabila!
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PasaPollo