Teman a los Marqueses de Galapagar: les robarán su miseria

¿Molestos por tener que volver a votar por enésima vez? No culpen a nadie, la responsabilidad de no votar bien es suya. Y miren que se lo ponemos fácil. Ya nos vale incluso si eligen a Vox. De hecho eso es un sueño húmedo, porque nos permiten hacer cosas que creímos que nos costarían décadas de desgaste social.

¿No se dan cuenta? Digan lo que digan sus "realidades", digan lo que digan "sus medios" de cabecera... España, como dijo el sabio del bigote, va bien. España nos va de putísima madre. A las malas, conflicto territorial unas cuantas décadas más, que lleva funcionando de lujo desde hace siglo y medio. Incluso si alcanzasen esa supuesta independencia, que les es imposible, los que llevasen las riendas a uno y otro lado segurían siendo los mismos: nosotros. Sobre tras sobre, pacto de silencio tras pacto de silencio, durante décadas, décadas y décadas... a cambio de corruptelas, complicidad, favores y/o concesiones... incluso asesinatos, guerra y totalitarismo. ¿Cómo no va a interesar inflar los oligopolios o las burbujas económicas que hagan falta?, ¿cómo vamos a preocuparnos de las consecuencias reales que tengan las políticas que finalmente imponemos para "la gente"?.

Ilusos. Nosotros somos la gente, y ustedes y sus desgracias nos son más que los billetes que de un modo u otro llenarán nuestras carteras. Minucias.

Y no lo llamen impunidad, llámenlo dilución de la responsabilidad. Que los eufemismos están para recrearse. ¿Qué más da que los nazis perdiesen la guerra si conseguimos que el "cumplo órdenes" les sobreviviera?

¿Ven? La resistencia es fútil. No son más que hámsters girando en la rueda que creamos para ustedes.

Nos llaman mafia, como los niños que realmente son a nuestros ojos. Pero no entienden que hemos perfeccionado el corporativismo hasta su estado más puro y avanzado. Su sangre, sudor y lágrimas, entregadas inexorablemente, se moverán en forma de ceros y unos hasta acabar almacenados en algún paraíso fiscal, a miles de kilómetros de esa tierra en cuya estúpida bandera conseguimos que se envuelvan.

Permítannos un consejo de amigos: voten bien, de una vez por todas. O incluso mejor: dejénlo todo en nuestras manos y no voten.

Saben que en el fondo esta simbiosis funciona mejor si lo hacen todo por las buenas.