El tiempo es la escuela en que aprendemos. El tiempo es el fuego en el que ardemos. Todos mis artículos son de disposición pública y se pueden reproducir libremente en cualquier medio con la simple condición de que aparezcan firmados como "Feindesland" y se mantenga su integridad. Gracias
En menéame desde octubre de 2009
menéame
Te imaginaba posicionado del lado del supremacismo blanco y el imperalismo israelí.(valga la redundancia)
Esta empresa es la que me hizo salir de Stem y meterme a profe de programación.
Saludos al Einstein que me despidió, gracias a el tuve dos subidas, la del nuevo trabajo y la de la renegociación por la oferta a los cinco años.
En una segunda etapa, los rectores (de la pública) serán presidentes (como en la privada) y luego hablarán de la privatización de la gestión de la pública para finalmente ceder por 75 años instalaciones a la privada.
O, al menos, esa era la idea. Porque ahora que se trabaja con proyectos, una vez terminado, si no se encuentra otro, no se necesitan a los trabajadores.
www.ivoox.com/torpedo-rojo-8x08-audiolibro-sapiens-i-audios-mp3_rf_113
www.ivoox.com/torpedo-rojo-8x09-audiolibro-sapiens-ii-audios-mp3_rf_11
www.ivoox.com/torpedo-rojo-8x10-audiolibro-sapiens-iii-audios-mp3_rf_1
La subida de tipos ha acabado con la deuda barata. Los inversores aprietan. Y el FOMO de la IA, ahí está también.
Lo que no quita que despedir trabajadores para cuadrar gastos es un tiro al pie. El invierno demográfico aquí está, y más de uno descubrirá tarde que quemar y cabrear a los que aún quedan ha jugado en su contra. Los no despedidos pondrán su barba a remojar, y no rendirán igual. O dimitirá a la que pueda.
La IA tal como se plantea, bajo las máquinas algorítmicas de siempre, es inviable. Incompleta y de baja calidad. Cuando el hype se pase, a ver de dónde sacan empleados de reemplazo.
Fuente: yo mismo. Estoy pleiteando por un ERE en fraude. Mientras, la empresa en cuestión ha perdido plantilla por renuncias. Esperaban que el personal se acojonase, y ahora la acojonada es la empresa. No encuentran reemplazo para las vacantes que han abierto, y el personal cumple con lo mínimo mientras planea su salida. Mientras, los clientes ya abandonan también por la bajada de calidad.
No siempre pasa, pero a veces la cagada es de tal calibre que no se puede disimular.
En algunas grandes empresas a veces pasan cosas tan locas como despedir a gente, cambiarlos por una cárnica que se ocupe del tema, que dicha cárnica contrate a la misma gente que van a despedir, que la empresa se gaste mucho más dinero del que se gastaba antes (la cárnica tiene que tener beneficios) y que al final todos estén más contentos, piensen que lo están haciendo mejor, que todo es más eficiente y que la empresa suba en bolsa.
Y por el camino nadie se ha acordado demasiado de que el trabajo siga saliendo adelante, ya que eso es un tema secundario muchas veces
Con las acciones en máximos, estamos todos con un sueldo superior, por mucho, a cualquier cosa que pudiéramos encontrar.
Sin embargo las ideas no son algo ajeno a nosotros, algo por ahí flotando y que cogemos, sino un producto intelectual que nace a partir de la relación entre mundo y nosotros mismo como individuos operatorios (relación donde participa necesariamente nuestro cerebro, pero también nuestros ojos, nuestra piel, nuestras orejas, etc.). Y en una misma relación uno no puede ser medio a la vez que extremo.
Y supongo que ya ves por donde voy: eso de presentarse uno mismo como medio de producción en base a tener su trabajo un carácter intelectual, esconde una filosofía tremendamente romántica: aquella que en base a entender esas ideas, y por extensión esa "mente" de la que escribías, como un tercero, el fantasma en la máquina, se ve como el medio a partir del cual esas ideas toman materialidad. Pero como decía uno hace ya tiempo, "en la búsqueda del yo, uno no puede ser simultáneamente el cazador y el cazado"...
Ojo, leo con atención todos tus aportes sobre el nacionalsocialismo y la IIGM, dos temas de los que soy un gran apasionado, pero sé diferenciar sobre el atractivo del misticismo nazi y la cruda realidad.