Te digo yo que la evidencia científica llega a la conclusión de la existencia de un espíritu maligno antes que la posibilidad de uno con la capacidad de hacer el bien y la voluntad por hacer ese bien.
El objetivo está en Israel y ya está conseguido. Es mucho más sencillo que la consecución de un corredor alternativo al Canal de Suez. Nadie recuerda ya las manifestaciones en contra de la reforma judicial de Netanyahu que tuvieron lugar en agosto. El gobierno israelí y su agencia de inteligencia menean un avispero junto a una cuna si hace falta para tapar sus mierdas.