El Gobierno de Libia está corriendo con los gastos de la defensa del presunto miembro de Al Qaeda Abu Anas al Libi, acusado de terrorismo por EEUU, según varios documentos judiciales publicados el lunes. Al Libi fue capturado en territorio libio en octubre por las fuerzas estadounidenses en una operación que no fue comunicada a las autoridades del país africano, que denunciaron el suceso.

Cada vez son más los extranjeros que están abandonando Libia ante la situación de caos e inseguridad que se vive en el país. Los enfrentamientos entre milicianos armados y unidades del ejército han dejado ya más de 200 muertos y cerca de un millar de heridos.

El presidente del Gobierno de Salvación Nacional de Libia, Omar al Hassi, indicó que cuenta con sus propias capacidades y que no dependerá de la comunidad internacional para resolver la crisis libia. Al Hassi lamentó que la comunidad internacional “no contempló sus demandas tras el deterioro de la situación de seguridad en la ciudad oriental de Bengasi y la de Kikla tras declararlas como zonas catastróficas”.

El ministro del Interior de este Gobierno, Omar al Sanki, ha anunciado que vetarán la entrada de ciudadanos sudaneses, sirios y palestinos "después de que los servicios de Inteligencia y la Policía hayan determinado que algunos países árabes están perjudicando la seguridad y la soberanía de Libia".

Fuerzas del gobierno libio lanzaron una nueva ofensiva para recuperar la ciudad de Bengasi de manos de los extremistas, y de acuerdo con los testigos el domingo había cadáveres en la vía pública y ambulancias transitando a gran velocidad.

El Congreso Nacional General (CNG), gobierno rebelde establecido en Trípoli, acordó hoy formar una fuerza conjunta para mantener la seguridad en la ciudad oriental libia de Sirte, y contra los grupos yihadistas afines al Estado Islámico (EI) que comienzan a surgir en el centro-oeste de Libia.

Derna es una de las ciudades libias en las que el Estado Islámico se ha hecho fuerte aprovechando el vacío de poder generado por las disputas entre el Gobierno de Abdulá al Thinni, asentado en Tobruk, y el Ejecutivo rebelde de Trípoli.