Ni Estados Unidos, Australia, Gran Bretaña o Canadá han mandado representación diplomática a Pekín para la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno que comienzan este viernes. Esgrimen que Pekín no respeta los derechos humanos y en concreto denuncian el trato que recibe la minoría musulmana uigur. Pero esta preocupación es “una excusa”.