Los datos de las estadísticas que muestran que, año tras año en EEUU se mantiene un alto porcentaje de personas refractarias a hechos científicos incuestionables, como la evolución de las especies o el cambio climático, han sido generalmente achacados a que muchos individuos no son conscientes de la evidencia sobre estos temas por una mera falta de educación o de acceso a información científica. Pero un estudio recientemente publicado sugiere que estos esfuerzos serán vanos mientras no se ataque de raíz al verdadero problema, la religión.