El ex múltiple campeón de boxeo, el estadounidense Floyd Mayweather, se medirá con el irlandés Conor McGregor, titular ligero de la UFC -artes marciales mixta-, en una pelea que se disputará con las reglas del pugilismo dentro de la división superwelter (69,850 kilos), velada a desarrollarse el sábado 26 de agosto en el MGM Grand Arena de Las Vegas.

Lo meramente boxístico dejo muy poco para el análisis y somos generosos al considerar que fue poco.
En realidad no se vio nada o lo que se vio fue patético. El cuadrilátero del T-Mobile Arena de Las Vegas fue el palco universal para una burla millonaria, gracias a todo lo que el mundo del boxeo, de manera abrumadora, vaticinó antes de esta lamentable exhibición. No hubo boxeo, pero es necesario marcar lo bueno, lo malo y lo grotesco de un espectáculo circense que ni siquiera alcanzó para divertirnos.

40 segundos: este es el tiempo que le llevó a Conor McGregor derrotar a Donald Cerrone y recuperar todo su esplendor, 15 meses después de su rotunda derrota contra Khabib Nurmagomedov. El luchador irlandés volvió por la puerta grande a las Artes Marciales Mixtas con un triunfo por nocaút casi de récord.