Mi planteamiento es simple. Menéame, con Seijo y demás, no tiene capacidad para impulsar una modificación de la legislación. Confiar en buenos samaritanos dentro del legislativo, o dentro de los medios, es una estrategia que a mi juicio parte demasiado débil. El Canon AEDE, salvo cambio en el legislativo (igual vemos un adelanto de las elecciones, quién sabe), ha llegado para quedarse. Menéame no es nada, y salvo que aparezca alguien como Facebook a dar batalla, me temo que nos quedamos igual.
Por lo que he ido leyendo, una de las estrategias de supervivencia que se han ido planteando es…