Es para perderse. De verdad. «Existen otros más pequeños en los que resulta sencillo salir. Eso me parece como si pagas una atracción de feria y vas con los ojos cerrados. Aquí la idea es que los visitantes se pierdan y que tarden en encontrar la salida entre 30 y 40 minutos. Se trata de disfrutar y, si tienes problemas para salir, hay un número de teléfono que te facilitamos a la entrada y te explican la manera de escapar del laberinto.