El anuncio realizado por la Xunta sobre una próxima moratoria de nuevas plantaciones de eucalipto ha generado en el monte una reacción en cadena. Los propietarios que tenían pensado cambiar de especie, pasando de pino a eucalipto, están acelerando el proceso antes de que se regule la moratoria. Eso disparó las talas de pino en el interior norte de Galicia y aumentó las plantaciones de eucalipto, hasta el punto de que los viveros tienen vendida de antemano toda la planta que son capaces de producir.

La madera de coníferas se ha convertido en un bien escaso en el mundo. Hay más demanda que oferta, hasta el punto de que Rusia, uno de los principales productores de madera mundiales, decidió prohibir la exportación de madera en rollo (troncos), sin transformar. Dos grandes mercados encabezan la búsqueda mundial de madera, Estados Unidos y China, en ambos casos por el tirón de la construcción, un sector en el que la madera está ganando cuota de mercado en usos estructurales. ¿Cómo le afecta este escenario a Galicia?