En la noche del 8 de noviembre de 1923, Hitler y los camisas pardas irrumpieron en una reunión pública liderada por Kahr en una cervecería a las afueras de Múnich. Hitler proclamó una revolución y anunció sus intenciones de formar un nuevo gobierno antes de iniciar su "Marcha sobre Berlín". El 1 de abril de 1924, Hitler fue sentenciado a 5 años de prisión en la fortaleza de Landsberg, aunque la Constitución estipulaba cadena perpetua contra crímenes de este tipo.

Las Cortes declaran culpable de alta traición al que fue rey de España por la criminal violación del orden jurídico de su país y, en consecuencia, el tribunal soberano de la nación lo declara solemnemente fuera de la ley y privado de la paz jurídica. Será degradado de todas sus dignidades, derechos y títulos. Y de todos los bienes, derechos y acciones de su propiedad se incautará el Estado que dispondrá el uso más conveniente que deba darles.

¿A qué se debió ese giro, esa 'voltereta', de los socialistas, que en la oposición protestaban contra la OTAN y en el Gobierno, abrazaron con fuerza la permanencia de España en el Tratado? Un pequeño viaje por las hemerotecas nos muestran desde la perspectiva de los años, la fabulosa pirueta de un partido que decía una cosa en la oposición y otra cosa cuando se alzó con el poder. Como tantas veces hemos visto desde entonces.