La pequeña marca japonesa nos ha sorprendido con su último trabajo, el Mitsuoka Rock Star. Tomando como base el ligero y fiable Mazda MX-5, la compañía realiza un trabajo de recarrozado integral que modifica por completo el aspecto del pequeño roadster japonés.

Las líneas y los rasgos del nuevo modelo están inspirados claramente en el Chevrolet Corvette de segunda generación, el clásico Corvette C2 Sting Ray comercializado entre 1963 y 1967, y el resultado no podía ser más atractivo.

La idea principal en esta patente es usar las aletas laterales para mejorar el giro y el frenado. Al girar, los sensores monitorizan el volante y la velocidad del vehículo. En ciertos umbrales, uno de los elementos activos se desplegaría. Cuando esto sucede, hay un diferencial de presión entre los dos lados del vehículo, lo que pone una fuerza que permite agregar asistencia adicional para las curvas.

El uso del sistema para reducir la velocidad es similar al freno de aire en muchos supercoches como el McLaren 720S. Los sensores a bordo monitorizarían un frenado fuerte. Detectado, entonces se despliegan ambas aletas, y la resistencia adicional ayudaría a desacelerar el vehículo.

Es un secreto a voces que la firma de la pajarita ha estado desarrollando a lo largo de todo este tiempo la primera versión electrificada de su deportivo Chevrolet Corvette. Hasta el punto que llegaron a filtrarse imágenes de este esperado Chevrolet Corvette E-Ray directamente desde el configurador de la compañía americana. Sin embargo estos últimos ya le han puesto fecha de presentación a su máquina: el próximo martes 17 de enero.