La decisión de eliminar esta variante mecánica, prevista para 2020, se basa en los cuellos de botella que se pueden producir en el desarrollo, una situación que la marca alemana no quiere ni contemplar, pero que además viene reforzada por dos cuestiones más: la primera es que sería un modelo con una producción muy limitada en unos cinco años de vida en el mercado, estimando una máxima de 25.000 unidades.