Un desprendimiento de roca alcanzó entonces al tercer miembro del equipo, Roger Cararach, lo que fórzó el abandono cuando aproximadamente habían recorrido un tercio de la pared. Después, la pandemia lo congeló todo y se sucedieron tres años de ilusión, dudas, impotencia e incertidumbre: ¿Será posible alcanzar la cima o será tan arriesgado que la espera habrá sido vana?