Un bombero trata de salvar a un conejo en un incendio en la localidad californiana de La Conchita. Las llamas que se iniciaron esta semana

Un valiente delfín se enfrenta a un tiburón para rescatar a un perro. Suspense.

Una mañana, después de una noche de tormenta, Dirk Morgan encontró a un pequeño perezoso entre las rocas de la costa aferrándose a la vida. Si no hubiera tenido ayuda habría muerto debido al sol y a los perros de la zona.

Encuentran una cabra colgando de los cuernos en un cableado eléctrico. Tras un par de intentos consiguen rescatarla.

Una mujer que se bañaba en una dársena observó un tiburón que nadaba a su alrededor. Ni corta ni perezosa, agarró al tiburón y, con cierto esfuerzo pero con mucha decisión, logró pasar al animal al otro del muro para que este pudiera adentrarse en mar abierto. «En todo momento procuré poner las manos cerca de sus aletas para que no pudiera morderme», declararía después.

Rescate de una tortuga en la costa de Motril. El animal tenía una aleta enredada en una red de pesca.

Cuando José Guzmán se enteró de que su casa estaba en llamas no dudo en acudir corriendo, adentrarse en el fuego y sacar a su perra. La encontró acurrucada en el baño, la única estancia donde no habían llegado las llamas y pudo sacarla con vida de aquel infierno.

Kratu, un perro rescatado de las calles de Rumanía, fue presentado a una prueba de agilidad. El can hizo las delicias del público al saltarse todas las normas y comenzar a jugar dentro de las pruebas.

La historia de este gatito es realmente asombrosa. Encontrado moribundo en la calle, este pequeño gato casi no sobrevivió, pero gracias a un husky muy especial llamado Lilo, recuperó sus fuerzas y sintió la necesidad de luchar para mantenerse con vida.

Romy McCloskey decidió poner sus habilidades de bordadora al servicio de una mariposa que había salido de la crisálida con una de sus alas dañadas, para que pudiera volar con ellas.

Los guardas rurales Manuel Lorenzo y Julio Fernández, junto al policía local Francisco Gallardo, socorrieron al animal, que estaba exhausto y que tras alimentarlo con leche de cabra doméstica fue devuelto junto a su madre

A los dos días otro niño cayó al río y también fue rescatado por aquel héroe (...) Los rescates eran cada vez más frecuentes, los niños no paraban de caer al río. Llegaron a crear un grupo de vigilancia, aquello ya no parecía normal. Entonces dieron con la clave, cada vez que el perro veía un niño cerca del agua, lo empujaba y lo rescataba. El perro había encontrado una forma fantástica (y probablemente muy divertida) de conseguir los mejores filetes.
Noticia en el NYT: www.gwern.net/docs/history/1908-newyorktimes-dogafakehero.pdf