Te pones a ver la tele y a meter ruido y resulta que no dejas dormir al pobre gato. Atentos a la mirada de entre odio y desprecio que echa el gato a su dueño cuando pasa.
Se sabe que los gatos son unos campeones de las siestas, y pueden pasar una media de 16 horas diarias durmiendo. Después de tanta práctica, no tienen problema en echarse la siesta donde sea.
Cuando decidimos tener una mascota en casa, en cuestión de segundos deja de ser un simple animal y se convierte en parte de nuestra familia. Sabemos que nos entiende, nos acompaña, nos consuela y nos da grandes horas de felicidad cuando compartimos tiempo con ella.
Psicólogos han estudiado cómo 28 caballos reaccionaban al ver fotografías de expresiones faciales humanas positivas frente a negativas, lo que les permitió descubrir que estos animales pueden leer las emociones humanas.Se les mostraron fotografías de dos caras masculinas desconocidas felices y enfadadas.