El pasado 16 de diciembre, un hombre, que se encontraba paseando por un mercadillo local en Bangkok (Tailandia), se topó con dos ojos hambrientos de una perra callejera.
Cuando Salvador Segovia, un hombre de 65 años de la pequeña ciudad de Sinton, Texas, fue el viernes a comprobar que el pastor alemán de su nieto estaba bien, no lo encontró. Otis se había fugado.