Pronunciada originalmente por Miguel de Unamuno, la frase «me duele España» se repite en épocas de crisis en boca de oradores de todos los colores y contextos políticos. El origen de esta sentencia se remonta al año 1923. Primo de Rivera ya había dado un golpe de Estado en España y Unamuno, destituido de su cargo de vicerrector de la Universidad de Salamanca por sus ideas políticas, se desahogaba en una carta dirigida a un profesor español en Argentina