Eyaculacion precoz, impotencia o evitación del encuentro erótico son algunas de las expresiones más patentes de una sexualidad que se vive desde la ansiedad.

Las relaciones sexuales no se pueden medir en cifras, se miden en satisfacción, y es subjetiva. Se trata de lo que transmites, de cómo se encuentra esa persona contigo. Lo que suele perdurar en nuestro recuerdo son las emociones que experimentamos, cómo nos sentimos con esa persona, como cuando vas al concierto de tu grupo favorito. No hay unas prácticas mejores que otras, ni hay que seguir ningún patrón, se trata de disfrutar, de comunicación erótica, de sentir. No hay que llegar a ningún lugar, porque el placer puede estar en cualquier parte.

Hace un año, escribí una columna para una edición especial de sexo, amor e intimidad que publicó el periódico de mi universidad. El artículo hablaba de las dificultades de acostarte con alguien después de experimentar un trauma sexual y es verídico en un 99%.