Cuando Balzac escribió "las Ilusiones Perdidas" para contar los entresijos de su oficio, aún conocía solamente la mitad de lo que se cuece en el gremio. Para sobrevivir en este oficio hace falta vocación, constancia, suerte, y mucha mala leche. Hasta ahora me ha ido bien, así que debo de ir sobrado de las cuatro. Pregunta lo que te parezca sobre el oficio o sobre el mundillo literario.