Cuando la parlamentaria ruandesa Veneranda Nyirahirwa era adolescente, no le permitían ir a la escuela secundaria por su condición étnica. Solo después del genocidio perpetrado por el Estado en 1994, en que en tan solo 100 días murieron casi un millón de tutsis y de hutus moderados, y tras asumir un nuevo gobierno, fue que ella pudo cursar la educación secundaría.
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etiquetas: ruanda , genocidio , liderazgo femenino
Reconciliación no es olvidar, porque olvidar es repetir. Me alegra mucho que las mujeres intervengan con su sentido del pragmatismo y su forma no violenta de hacer sociedad.
Pero no puedo olvidar, ni puedo dejar de sentirme triste. A veces, uno debe aceptar que tiene muñones para no involucrarse en una nueva ficción peligrosa.
#2 tu comentario dice que las mujeres son mejores que los hombres y eso es discriminacion de genero.
Te sugiero apuntarte: ocw.mit.edu/courses/anthropology/21a-232j-rethinking-the-family-sex-an
#3: Yo no estoy segura de que haya querido decir que las mujeres son en general "mejores". Simplemente, tienden menos a los extremos. Mozart es tan extremo como Hitler, cada uno en una punta opuesta del espectro. Si quieres genialidades, encontrarás más tíos y menos mujeres. Si quieres 30 años de paz y tranquilidad, una sociedad con un 70% de mujeres y 30% de hombres, me temo que va a ser más pacífica y pragmática. Tanto, que muy pocas personas habrá que se pongan a lanzar cohetes a la luna. Pero si lo que buscas es calmar los ánimos... No sé si me he explicado sin ser ofensiva. No es que los hombres sean inferiores, pero sí son los que tienden a matar a otros hombres (y a componer sinfonías), aunque haya excepciones.
Tienden a la extrema violencia (hitler) y al extremo pacifismo (gandi). Sacar las mejores y las peores notas.