El último embiste de la pandemia, protagonizado por la variante Ómicron, ha chocado con una plantilla de Osakidetza precarizada y cansada, a la que se sumó el despido el 4 de octubre de 4.000 profesionales contratadas de refuerzo.
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etiquetas: salud pública , privatización , pnv , caciquismo
O sea que una empresa (por muy potente que sea) llega donde no llega la sanidad publica, espero que alguien asuma responsabilidades y retire esta locura.
Lo próximo será que la sanidad la asuman los mismo que gestionan las mutuas ( la propia IMQ tiene la suya)