Los hechos ocurrieron en septiembre de 2019. Tras una noche de fiesta, el día 21 de ese mes, la discoteca publica en la cuenta de Instagram el clásico vídeo promocional de gente pasándoselo bien en el local. Tras un rato colgado en el perfil del establecimiento, alguien alerta al reclamante de que él también aparece en la secuencia de imágenes. Eso sí, no bailando sino besándose con una chica... que no es su novia
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Supongo que si venden entradas pondra que cedes tus derechos, pero normalmente no pasa eso...
Me parece bien la multa, eso de subir cosas sin preguntarnos deberia ser muy vigilado.
PS: me alegro por la novia, se ha quitado a un jeta de encima, y suerte ha tenido si no se ha ganado una suscripción a Disney PLAS.