Durante la reciente marcha del orgullo gay de la ciudad de Nueva York había muchas cosas que llamaban la atención, pero si alguien consiguió destacar fue un niño de ocho años. Se trata de Desmond Napoles, de Brooklyn, que paseó y desfiló por toda la Quinta Avenida desbordando alegría, con su tutú de arcoíris y su sombrero de lentejuelas doradas. Cuando empezaron a lanzarse críticas desde las redes sociales, alegando que era inadecuado hacer algo así a su edad, su madre, Wendylou Napoles, las hizo callar con gracia y con… orgullo.
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Pero son cachorros que están probando su fuerza, inteligencia, valía, no muy diferentes a un león cachorro, además en una microsociedad que se están conformando ellos mismos en su relación con el grupo. Lo de las armas yo creo que es que de noche sueñan a ser el salvador del universo o harry el sucio vengando a los indefensos de los malos.
Mi hijo vino del cole, diciendo que un amigo suyo ha decidido ser niña (es verdad, su madre lo dice), pues los únicos que lo vieron con total naturalidad fueron sus propios compañeros, seguía siendo el mismo, solo que con ropa distinta.
Lo que si digo, es que en el caso de un compañero de mi hijo, estoy seguro que lo pasa mucho peor sus padres que él, sigue siendo el mismo, con mayas y ropa más femenina, pero para ellos sigue siendo su mismo "amiguito", simplemente que "ha decidido que quiere ser niña".
Si tardan un tiempo en asumirlo no es por ellos mismos, es por la presión que les rodea.
No sé, pero yo creo ver a una musulmana en el desfile.