Nada menos que tres ejemplares de especies protegidas han sido abatidos por disparos de escopeta esta semana en distintas localidades de Gipuzkoa y Bizkaia. En concreto, el lunes ingresaron en Arrano Etxea de Igeldo un águila perdicera, procedente de Azpeitia, y un halcón peregrino, llegado desde Aretxabaleta. El miércoles, supimos que otro halcón peregrino había sido hallado muerto en Muskiz
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Debe ser que no llevaban sus gafas de "lejos".
Las poblaciones de animales tienden a regularse por sí mismas, Hace poco apareció un artículo por aquí que hablaba de que la existencia de depredadores no sólo regula a los depredados, sino que crea una cadena de eventos que enriquece el ecosistema y fomenta la variedad de especies, incluyendo las vegetales.
Meter a gentuza con escopeta a "regular" la población animal es un disparate, para empezar porque se hace sin ningún método ni control, y para seguir, porque quienes realizan esta actividad no tienen ningún respeto por el medioambiente.