no recuerdo si era el annapurna u otro ochomil, pero había uno que tenía un trecho en el que no había medida de seguridad que sirviera, era una zona de desprendimientos, si entrabas en esa zona (y no había vías alternativas) te arriesgabas seriamente a palmarla como pasara cualquier mínima cosa (que ya sabemos que un ochomil no es para aficionados pero tener que entrar a un sitio del que tienes que confiar en la suerte por muy experto que seas para no palmarla tiene tela).