La pequeña, que viajaba con otros 61 alumnos de la misma escuela y dos monitoras, no bajó a las nueve en el colegio y no fue encontrada hasta las 16 horas, cuando el bus volvía a recoger a sus compañeros
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Que ostia a mano abierta que se merecen los monitores y el conductor del autobus.
Por suerte este lunes no fue un día excesivamente caluroso, como si lo fueron jornadas anteriores, y la pequeña, de solo tres años, llevaba el almuerzo y la cantimplora del colegio en la mochila
Todo esto en respuesta a un comentario de que un niño de 3 años no se puede morir por estar 16h encerrado. Pues sí, se puede morir de sobras, depende de la situación.
—ME LLAMAN EL CANSINO. —¿Y eso? —NO SÉ, PERO ME LLAMAN EL CANSINO. —Ya, ya. —EL CANSINO ME LLAMAN. —Que sí, joder. —ME LLAMAN EL CANSINO.
El conductor del autobús al final habría que saber qué obligaciones tiene, porque habiendo monitores en el bus dudo que tenga ninguna obligación de hacer repaso del vehículo hasta que termina su jornada.
Él debe confiar en que las monitoras no son unas putas ineptas, si no estaríamos duplicando tareas a diestro y siniestro.