Herminia Polo, de 80 años, vivió un auténtico despliegue de emergencias cuando un vecino llamó a los bomberos porque se le había quemado una cazuela con algo de carne y unas patatas.
Me alegro por Herminia...aunque ya se podían haber tirado el pisto y llevarla un pote o algo...que la pobre se tuvo que comer las patatas con carné requemas y recalentadas
En mi edificio esta tarde pasó lo mismo. Una vecina se quedó encerrada en el balcón con una tartera al fuego y también se lió una buena con los gritos de ayuda y más tarde con los golpes de la Policía a la puerta. Ya la estoy viendo en unos días en el periódico.
Saludos