“quizá consciente de esa 'debilidad', apunta otras ideas como la mecánica del crédito revolving, el público al que va dirigido, la capitalización de intereses y comisiones para generar intereses que, a la postre, nada o poco tienen que ver con la aplicación de la Ley de represión de la usura”
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El resto, a tocateja.
Así es jodido endeudarse.
Una terjeta de crédito es una tarjeta de crédito. firmas un contrato en el que se especifican préstamos, intereses y plazos (que en este caso son usura).
El contrato completo de una tarjeta de crédito, el que firmas, son dos carillas, y si una tarjeta de "descuento" habla de plazos, intereses y otras lindezas, es como esa página de "porno gratis" que te pide la tarjeta para entrar.
Toda esta gente fué estafada, sí.
Toda esta gente sabía que no era débito, también.
Si no te hace falta crédito instantaneo, y a casi nadie que no viaje con frecuencia le hace falta, sacarte una tarjeta de crédito es jugar con fuego.